Nuestro modelo de intervención

Iniciamos con un llamado a la acción desde las lideresas comunitarias o invitaciones de autoridades municipales. A partir de esto, realizamos un diagnóstico participativo comunitario  para identificar coyunturas específicas y diseñar actividades que fomenten la cohesión social y fortalezcan los colectivos locales.

Nuestro enfoque involucra a diversos actores comunitarios—escuelas, familias y grupos locales—garantizando un enfoque multisectorial y sostenido.

Nuestro objetivo es

desarrollar capacidades locales y fortalecer los lazos comunitarios para que las iniciativas que nazcan durante el programa continúen una vez finalizado nuestro acompañamiento, promoviendo la creación de cooperativas, políticas locales y grupos de apoyo que permitan a las comunidades avanzar de manera independiente.

Este enfoque se adapta a las particularidades de cada comunidad, promoviendo la participación activa y el compromiso local, asegurando que las intervenciones no sean impuestas, sino co-creadas.

Creemos que este enfoque es el más adecuado porque respeta las dinámicas locales y fomenta la autonomía comunitaria, garantizando un impacto positivo a largo plazo.

Los espacios de cuidado y participación para infancias y juventudes son esenciales en este proceso, ya que refuerzan el sentido de pertenencia comunitaria.

Los espacios de cuidado y participación para infancias y juventudes son esenciales en este proceso, ya que refuerzan el sentido de pertenencia comunitaria.

Nuestros programas

Fortaleciendo mis raíces

Población: Niñeces y juventudes

5 a 9 años- 10 a 16 años. 

Revalorizar las formas de vida de nuestros  pueblos dando acceso a  niños, niñas y  adolescentes a experiencias vivenciales, pedagógicas y populares que fortalezcan su sentido  de  pertenencia hacia nuestro territorio.

Para defender el territorio hay que amarlo

Para defender el territorio hay que amarlo

Mujeres mapeando el territorio

Población: Mujeres 

17 a 65 años. 

Fortalecer la organización de las mujeres de la región del Istmo de Tehuantepec, impulsando su agencia para decidir y actuar sobre su autonomía económica, sus vínculos (lazos) comunitarios y su capacidad de autocuidado; al generar espacios seguros de aprendizaje que impulsen el desarrollo de sus derechos a una vida libre de violencia y a la toma de decisiones sobre su territorio.

Las voces colectivas nos dan libertad

Las voces colectivas nos dan libertad

Cambios a corto plazo: 

  • Mejora en el acceso a recursos: La conformación de círculos de apoyo entre las mujeres y cuidadoras nos permitirá tener mayor acceso a información y recursos sobre autocuidado y derechos. 

  • Mayor autogestión comunitaria: Los círculos de aprendizaje permiten resolver resolver problemáticas locales y organizarnos colectivamente. 

  • Más diálogos intergeneracionales: Al fortalecer las habilidades de comunicación y cuidado entre y para NNA, fortalecemos los vínculos familiares y comunitarios.

Cambios a Largo Plazo:

  • Reducción de la violencia hacia las mujeres: Mediante las campañas de sensibilización y visibilización de la violencia hacia a las mujeres y mujeres cuidadoras.

  • Autonomía en la toma de decisiones: Impulsaremos nuestra participación como mujeres en espacios locales de toma de decisiones.

  • Fortalecimiento del tejido social: Al fomentar el uso de espacios públicos comunitarios para la dispersión y aprendizaje, así como  la formación de colectivos, promovemos un tejido social más fuerte.